Mi hermosa Marcela, dama de los collares tintineantes, te cuento que anoche, antes de dormir, tuve una charla muy linda con Eduardo. Queria explicarle, que a pesar de mis expectativas no podre estar hoy en la inaguración de su Muestra, y dejarle bien claro que no era una cuestion de venganza si no de poder. Y yo no puedo, dadas ciertas asimetrias de mi salud.
Me dijo que el estaba orgulloso de la Muestra, -" en las únicas mejores manos"- dijo. En esto opinamos igual. Y que sigue y te acompaña en todos tus emprendimientos, y que esta feliz porque la vida en el cosmos le ha permitido dilucidar el poder de la linea, que tanto lo ocupó cuando vivía con nosotros, y que ahora sabe que la linea es solo energia en movimiento, y que en el mas alla el logaritmo esencial a los planetas guarda al color como unico tesoro cuyos matices superan a los conocidos.
En fin, le prometi amistad y memoria igual que a vos, y si bien hoy me encuentro no asistente de tu inaguración, te prometo que la visitare apenas pueda y es seguro que sumare mis alabanzas y orgullo a los suyos.


Te quiero mucho. Ana María Álvarez